martes, 27 de agosto de 2013

“BOLOGNESI Y SUS OFICIALES NOS DIERON UN EJEMPLO MORAL EN LA BATALLA DE ARICA”

Antonio Zapata. El reconocido historiador recuerda la gesta y acciones de quienes dieron su vida en la primera etapa de la guerra contra Chile.
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Entrevista por: Jorge Loayza
Fuente: Diario "La República"
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Antonio Zapata cuenta algunos pasajes de lo que hicieron Miguel Grau, Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte para ser encumbrados como héroes máximos de la guerra contra Chile. De cómo enfrentaron a un enemigo en inferioridad de condiciones y no se amilanaron. Cómo ayudaron a forjar nuestro carácter de Nación.



¿El coronel Francisco Bolognesi iba prácticamente a la muerte en el morro de Arica o aún tenía esperanza de que llegara Segundo Leiva con los refuerzos?

En el momento que los chilenos lo intimidan con la rendición, ellos (Bolognesi y sus oficiales) saben que el Perú los está mirando y que tienen que dar un ejemplo moral, que la guerra ya está perdida, se ha perdido el mar, se ha perdido Tarapacá y Tacna. Entonces son conscientes de que la guerra está perdida aunque uno en el fondo conserva la esperanza de que no todo estaba perdido.

¿Incluso si llegaba Leiva?

Incluso si llegaba Leiva porque a la hora de la batalla en Arica los chilenos dividen su Ejército en dos, la reserva va a la batalla de Arica y el resto, que había combatido en Tacna, está descansando. Imagínate que hubiese llegado Leiva, primero hubiese tenido que agarrarse con el Ejército que acababa de vencer en Tacna y luego con la reserva que estaba peleando.

Entonces, ¿Bolognesi sabía que con Leiva o sin él prácticamente se entregaba a la muerte?

Sin ninguna duda. Además, ponen las bombas que los chilenos habían pedido que no se pongan bajo amenaza de que iban a pasar a degüello a toda la tropa. Los chilenos vienen como unas bestias y matan a todos. Al pelear, los peruanos lo hacen con todo, no a medias para salvar el honor. Y les cuesta la muerte.

Ud. señala que Bolognesi, con su gesto, ayudó a definir un rasgo de nuestro carácter de Nación, que es luchar sin importar la inferioridad. ¿Cuánto hemos asumido esa enseñanza?

En alguna medida sí, porque luego el héroe principal será Cáceres, que tiene algo de lo mismo. Bolognesi dio un ejemplo moral, pero el que lleva a la práctica la idea es Cáceres, que tiene que ver con una Nación donde nada es fácil, no te regalan nada, donde cada uno labra su camino con dificultad y, sin embargo, hay gente tenaz. Ese es un carácter muy peruano.

Hay versiones que tratan de desacreditar a Bolognesi diciendo que era un coronel retirado y mayor de sesenta años.

Era un coronel retirado como Grau que era un marino retirado y que fue diputado, pero vuelve a la Marina para la guerra. En el siglo XIX el Ejército era una institución a la que uno entraba y salía, no como hoy que se inicia una carrera y cuando te retiras ya no vuelves. Bolognesi no era alguien tan viejo, era de sesentas. 

Miguel Grau advirtió antes de la guerra que Chile se estaba armando. ¿No se le escuchó?


Es discutible que antes de la guerra Chile tuviera un Ejército superior al peruano. Su Armada sí era superior, pero no tanto. Los dos buques de ellos llevaban diez años de adelanto a los nuestros, la diferencia no era tanta. Sí lo fue después de que encalló la fragata Independencia.

¿Cuál fue la formación de Grau para llegar a ser el gran héroe?

Tiene una historia singular. Su padre lo embarcó cuando solo tenía ocho años. En su adolescencia asciende en la marina mercante. Solo un año vivió en Lima, no recibió educación escolar, solo en los buques, donde aprendió inglés y francés. A los 20 años va a la Armada, donde le dan el grado de oficial por sus conocimientos. Fue ascendiendo y a la mitad de la carrera salió y pasó a trabajar en los vapores que recién aparecían. Era un marino de calidad superior, y eso se puso en juego a la hora de la guerra.

Además de su calidad de marino, ¿tuvo otras cualidades personales que lo elevaron a su condición de héroe nacional?

Los héroes son personas corrientes como tú o como yo, pero que son confrontados a una situación dramática. Los héroes toman una decisión moral que los lleva a perder la vida. Tienes que morir por tu bandera en una situación en la que estás perdido y lo lógico sería rendirte.

Hay algo particular en el caso de Alfonso Ugarte, formó un batallón con su propio dinero. ¿Eso fue común en la guerra?

Sí, el Ejército que pelea en Lima es diferente al profesional, que es el que pelea en el sur. Cuando el presidente Piérola convoca a la Nación a formar un Ejército, el íntegro es del estilo de Alfonso Ugarte. 

La diferencia es que Alfonso Ugarte fue un civil que se sumó en la primera etapa.

Claro. En un primera etapa se suma la gente local. Alfonso Ugarte era alcalde de Iquique, donde empieza la guerra.

Y era una persona de poder económico que pudo haber eludido la guerra.

Claro, pero sitúate, eres el alcalde joven. Si eres alcalde tienes intereses cívicos. Tenía un interés. Por otro lado, date cuenta de que eres millonario del salitre, que va a pasar a otras manos. Estás defendiendo tu negocio; eso no te quita mérito, pero te redobla la motivación.

¿Cuánto de realidad y de mito hay respecto a su acción de arrojarse del morro? Historiadores chilenos dicen que murió en el morro junto a Bolognesi.

Su cadáver se encontró abajo y lo llevaron a Francia, estuvo ahí hasta que se construyó la Cripta de los Héroes. Ahora, en el Perú tenemos una cierta maledicencia que es fruto de la enorme cantidad de decepciones que nos ofrecen las personas públicas. A lo largo de nuestra vida nos gusta tirar barro con ventilador. De Alfonso Ugarte se dice que se había fugado, que vivía en París, que no se tiró sino que se cayó, mil cosas. Sin embargo, el mito está refrendado por hechos.

¿Cuánto sirvieron las acciones de estos héroes para las décadas posteriores?

Sirvieron; si se piensa en el Perú de las décadas siguientes, lo que más llama la atención es González Prada y el “Discurso del Politeama”, en el cual dice que el Perú es un país horrible, donde al poner el dedo salta la pus, pero que se salvó porque en medio de los malos había unos buenos y entre ellos empieza por Grau. Dice que nos salvó de la podredumbre y que no todos fueron corruptos y cobardes.

¿Cuánto de Grau, Bolognesi y Alfonso Ugarte valoran los peruanos de hoy?

Somos un país curioso, casi todos tienen sus héroes en la independencia y son fuertes porque se identifican con el nacimiento de Nación. Nosotros carecemos de eso y tenemos nuestros héroes de una guerra posterior. 
¿Qué presidente o político de nuestra historia tuvo algo de Grau o Bolognesi?

De presidentes diría que Juan Velasco Alvarado y Augusto B. Leguía tuvieron una idea de Nación. Los dos son grandes presidentes. Pero también hay honestos, gente que no robó, que en este país es importante. Entre ellos destaco a (Guillermo) Billinghurst, pero que fue derrocado un año después de asumir.


miércoles, 6 de febrero de 2013

EL MAR BOLIVIANO


Ciertamente el presidente Piñera ha cometido un error garrafal y descortés al involucrar al Perú en un tema bilateral como es el tema de la salida marítima autónoma (sin soberanía) de Bolivia por territorio chileno. En sus últimas declaraciones condicionó una salida al mar a Bolivia por el norte de Arica (frontera con Perú) si y solo si Chile sale airoso de la controversia que sostiene con Perú en la corte de la Haya, nada mas desatinado e indignante...
El mar boliviano
Antonio Zapata

Las últimas declaraciones del presidente de Chile, Sebastián Piñera, han movido el ambiente político tanto en Lima como en La Paz. En el diario mapochino La Tercera, Piñera informó que Chile ofrece una salida al mar a Bolivia, sin soberanía, pero con amplias concesiones tributarias, al norte de Arica, en una zona cuyo mar está en disputa con el Perú en la Corte Internacional de Justicia. Añadió que, si Chile perdiera en La Haya, esta solución no podría implementarse.

En forma inmediata, en el Perú, el presidente de la comisión de RREE del Congreso, Víctor Andrés García Belaunde, sostuvo que era una maniobra desleal de Chile. Asimismo, en la Paz fueron igualmente duros con el presidente chileno. No obstante que, los políticos bolivianos viven peleando entre sí, incluso con mayor intensidad que sus pares peruanos, todos coinciden en un punto: el reclamo nacional por una salida soberana al mar. Por ello, la clase política altiplánica ha reaccionado negativamente frente a las declaraciones de Piñera.


Según el ministro de Gobierno de La Paz, Carlos Romero, la propuesta de Chile es una maniobra de distracción, porque ante el reclamo boliviano condiciona su respuesta a lo que ocurra en La Haya. Más enfático fue el líder de Unidad Nacional, uno de los jefes de la oposición, el ex candidato presidencial Samuel Doria Mediana, quien sostuvo que Chile pretende usar a Bolivia contra Perú por la coyuntura de La Haya, postergando una vez más las justas aspiraciones de su país.
Así, puede interpretarse que, si el objetivo de Piñera era voltear a Bolivia contra Perú, no lo ha conseguido. Entonces, el propósito chileno que continúa presente es responder ante la última ofensiva boliviana reclamando una salida al mar.



En efecto, esa presión altiplánica es permanente, aunque sube y baja periódicamente. Cuando comenzó el presidente Evo Morales, gobernaba Bachelet en Chile y Bolivia creyó que podría lograr una solución. Pero, se equivocó y quedó en nada.

Luego, al ser derrotada la izquierda chilena y acceder la derecha al poder, le cerró la puerta a Bolivia sin delicadeza. Si Bachelet le dio esperanzas que no se concretaron, Piñera se negó bruscamente. Cuando las cosas se pusieron de ese modo, Morales cambió de estrategia e inició una ofensiva.

A partir de entonces, en las más diversas ocasiones, el gobierno boliviano ha reclamado airado una salida al mar, incluso ha anunciado su intención de acudir a la Corte Internacional de Justicia, donde se ventila el caso de Perú contra Chile.

Todo este barullo tiene algo de coyuntural, pero su verdadero contenido es de fondo. En efecto, la historia muestra que Bolivia no ha de cesar, que su presión sólo terminará cuando obtenga una salida al mar. Por ello, sería bueno determinar el interés peruano en esta materia y hacérselo saber a ambos vecinos.

El punto es que Tacna y Arica son una unidad geoeconómica, que funciona bastante bien y que no se puede romper introduciendo un tercer país en la zona. Bolivia quiere un puerto, no necesariamente continuidad territorial. Hay cantidad de enclaves en este mundo y esa parece ser la solución para Bolivia: una salida al mar en la zona de Camarones- Tarapacá, donde originalmente les ofreció la presidenta Bachelet.

Para el Perú, lo mejor sería que Chile proponga algo razonable que acepte Bolivia. Esa propuesta idealmente sería al sur de Arica. Es cierto que Chile nunca ha de dividirse, pero no tiene que hacerlo. Como decimos, puede conceder un territorio costero, que se comunique con Bolivia a través de una carretera chilena.

Ahora deberían resolverse definitivamente las cuestiones territoriales en el Pacífico Sur. En este punto, la iniciativa está en manos de Chile, que pensando en su propio interés, no debería dormirse en sus laureles, como le ocurrió con nosotros.

Mientras tanto, en el Perú, sólo queda esperar el fallo de La Haya, siguiendo con atención las iniciativas de Chile, que ha de mover la alfombra una y otra vez de aquí a la sentencia.

martes, 5 de febrero de 2013

CORREDOR QUE CHILE OFRECE A BOLIVIA


Según el Tratado de Ancón de 1883 y documentos vinculantes firmados años posteriores, Chile no puede ofrecer, regalar, disponer, negociar, sobre el territorio ariqueño sin conocimiento expreso y formal del Perú, por lo que cualquier ofrecimiento a Bolivia sería nulo.

Además la solicitud de Bolivia va en otra dirección, reclama a Chile salida soberana al mar por territorio que antes fue boliviano (Atacama). Estos afanes territoriales propios de los conflictos decimononicos no ha sido superado por ambos países. Mientras una de las partes considere que hay un tema pendiente y la otra parte muestre negativa al dialogo, entonces siempre estará latente el conflicto en el sur.