jueves, 7 de julio de 2011

EXPLICACIÓN A LA DERROTA DEL 79'

(FUENTE: BLOG HISTORIA Y POLÍTICA)

Desde este punto podemos analizar, brevemente las causas de la derrota peruana en la guerra de 1879. El
Perú era un país en donde las economías regionales eran autónomas y rivales entre sí. El sur tradicionalmente por siglos había sido una economía consolidada.

La región central más dinámica giraba, alrededor de la producción minera de Cerro de Pasco. El norte comerciaba básicamente con Guayaquil y Centroamérica. Lima, sede del gobierno, miraba más hacia el Pacífica que al interior del país, de tal suerte que era imposible hablar de una conciencia nacional en aquel entonces. Más propio sería mencionar la existencia de zonas autónomas.

En consecuencia, en un país desintegrado no se podía esperar actitudes nacionalistas. Por eso Francisco Bolognesi nunca recibió el auxilio que esperaba en el morro de Arica. Por eso en la ocupación chilena de Lima y del norte, las principales familias dieron cupos al chileno Patricio Lynch para que no sean destruidas sus propiedades. Arequipa no envió una bala porque las diferencias regionales pesaban más que cualquier guerra externa, por ello Cáceres no recibió la ayuda prometida. Ante el avance de las tropas chilenas al norte, los hacendados de esa región proclamaron presidente a Miguel Iglesias quien no tuvo ningún cargo de conciencia para firmar el Tratado de Ancón y en consecuencia ceder Tacna, Arica y Tarapacá.
En suma, la guerra de 1879 “sorprende” al Perú no preparado para una contienda militar y en medio de la bancarrota económica. La República, a pesar de sus constituciones, no había logrado organizarse adecuadamente, ni había sabido administrar su pobreza inicial ni la inmensa riqueza que significó el guano y el salitre, no supo dar las medidas indispensables para integrar, dando una falsa sensación de prosperidad y debilitando las energías y capacidades para manejar con cautela nuestros recursos.

Así pues, la miopía de los gobernantes de entonces, su inoperante diplomacia, el nefasto caudillismo militar, la desintegración de nuestra sociedad, el mal uso de las rentas del guano, el abuso de los empréstitos y su irresponsable aplicación derrochando los ingresos del estado hasta la exageración, nos explican con mayor objetividad, las causas de la derrota en la Guerra del Pacífico.

En conclusión podría agregar, que la derrota fue la justa sentencia a la inestabilidad política y económica del Estado, inequidad, el tutelaje militar y clerical del siglo XIX, la incapacidad de nuestros gobernantes (ejecutivo, legislativo y judicial). La guerra la perdimos desde inicios de la república....

domingo, 27 de marzo de 2011

PLEBISCITO DE TACNA Y ARICA


Por Antonio Zapata
El 4 de marzo de 1925 el presidente de los EEUU, Calvin Coolidge, que era el árbitro nombrado conjuntamente por Chile y Perú, emitió su fallo, ordenando llevar adelante el plebiscito sobre el destino de Tacna y Arica. Estas provincias habían quedado en manos de Chile por diez años, a raíz del Tratado de Ancón, que en 1883 selló la derrota nacional en la Guerra del Pacífico. El plebiscito se debía haber realizado hacía mucho, pero Chile lo había impedido. Mientras tanto, practicaba una política de “chilenización”, que significaba hostilidad contra las familias peruanas y subvenciones a las chilenas que se asentaran en el territorio.
Por ello el Perú había alegado que, pasados 40 años, el plebiscito era impracticable y que Chile debía devolver ambas provincias. Así, el fallo de Coolidge fue considerado una derrota, pero el gobierno peruano no se amilanó. Decidió enviar una delegación a Arica y encarar el nuevo contexto. Los EEUU nombraron al general Pershing, uno de los vencedores de la I Guerra Mundial, como su representante para ejecutar el plebiscito. Una vez en el terreno, iba a constatar los abusos practicados por las autoridades chilenas; como consecuencia, su parecer se inclinaría hacia la postura del Perú.
En marzo del año siguiente, la delegación peruana se instaló en Arica, para lo cual propició un desfile de la bandera, llevada sobre todo por las mujeres peruanas. La manifestación fue multitudinaria y recibió una fuerte hostilidad de la población chilena. Pero las plebiscitarias mujeres fueron la vanguardia y supieron defender el pabellón, entre ellas destacó la señora Cristina Vildoso.
En esos días, Tacna y Arica fueron escenario de constantes batallas callejeras y además de golpes, llovieron piedras, barro, orines sobre los peruanos. En medio de ese clima, los delgados norteamericanos plantearon condiciones democráticas para elaborar un padrón de votantes y desarrollar el plebiscito. El Perú apoyó a Pershing y Chile se opuso. Por ello, poco después, el representante de los EEUU se retiró dándole la razón al Perú, en el sentido de que el plebiscito era impracticable por la actitud de Chile.
Fue una victoria moral, pero carecía de correlato político. En efecto, Chile estaba en posesión del territorio y no daba muestras de ceder. Por su parte, los EEUU no se comprometieron con la decisión de su delegado y más bien empezaron a plantear la partición del territorio. Después de muchas vueltas, el presidente Augusto B. Leguía aceptó esa fórmula que se tradujo en el Tratado de Lima de 1929, por el cual Tacna volvió al Perú y cedimos Arica a perpetuidad. En un protocolo complementario se estableció la famosa cláusula por la cual Chile no puede cederle a Bolivia un territorio que haya sido de la Arica peruana sin nuestro consentimiento.
¿Por qué aceptó Leguía? Jorge Basadre recuerda que básicamente pensó que nada teníamos y que el paso del tiempo llevaba a perderlo todo. Luego, porque carecíamos de fuerza para inclinar la situación. Combatíamos con el peso de los tratados y la resistencia del pueblo, pero las armas estaban del otro lado. En esas circunstancias, Leguía pensó en forma pragmática que mejor era ganar una parte que perder el conjunto.
La historia peruana ha asumido este tratado como una solución razonable. Cabe la pregunta sobre Chile. ¿Por qué aceptó devolver un territorio que había ganado por las armas? Su razonamiento fue simple, para conservar eternamente lo obtenido en la guerra tenía que devolver parte de lo arrebatado al Perú. Lo importante es que retrocedió de buen grado. De cara a La Haya, es falso sostener que nunca ha cedido y que irá a la guerra si le toca perder algo por decisión de ese Alto Tribunal. 

lunes, 14 de febrero de 2011

EL VIAJE DE PRADO

Uno de los episodios más controvertidos de la guerra de 1879, es sin lugar a dudas el viaje del presidente Prado. 
La razón del viaje del presidente Mariano Ignacio Prado fue justificada en razón que tenía que ir a Europa para adquirir naves indispensables para la guerra, para cambiar el signo de la contienda. Por otra parte, hizo una extraña interpretación de la autorización legislativa que en mayo de ese año se le había dado, para que, eventualmente “saliera del territorio nacional” estando al mando del Ejército; eran los días previos a su viaje al sur. No parece haber sido el ánimo de los legisladores, entonces, que esa autorización significara la posibilidad del abandono del país en las condiciones en que lo hizo en diciembre de 1879.  Es así que la historia ha tomado esta actitud cómo cobarde del presidente Mariano I. Prado.
En estas circunstancias y ante el evidente vacío de poder, con el apoyo del mismo pueblo y la guarnición de Lima, Nicolás de Piérola derrocó al general Luis la Puerta e implantó la dictadura. 

miércoles, 26 de enero de 2011

DELIMITACIÓN MARITIMA, CORTE DE LA HAYA, ARGUMENTOS PERUANOS Y CHILENOS

 A través de este especial de SUCEDIO EN EL PERÚ, podremos comprender la envergadura de la delimitación marítima de nuestro territorio y la controversia que mantenemos con Chile a través de la Corte de la Haya. 
  

lunes, 3 de enero de 2011

ARMADA PERUANA Y CHILENA

El 5 de abril de 1879 Chile le declaró la guerra al Perú. La población peruana se sentía confiada en que el resultado sería favorable a la alianza peruano-boliviana. A pesar de que Chile ya había invadido el Perú cuando la Confederación, la sociedad se sentía optimista de un desarrollo rápido del conflicto en el que el Perú saldría airoso. Aun se mantenía el recuerdo fresco del "Combate dos de Mayo" y el triunfo sobre los españoles. Los periódicos de la época exaltaban el patriotismo y no trataron el conflicto objetivamente. Chile era descrito como un país pequeño, carente de recursos y de poca población, incapaz de hacerle mella a un país poderoso como el Perú. 
Lo cierto es que el Perú se encontraba en desventaja y solo muy pocos conocían la realidad de la armada peruana. El ejército había sido diezmado años atrás pues Manuel Pardo redujo el gasto militar, e inclusive detuvo la compra de dos blindados. Tan sólo contaba con municiones y rifles viejos. El problema de fondo era que la precaria economía peruana no permitía la compra de nuevos pertrechos pues además de no contar con dinero, el Perú no era susceptible de ningún crédito en el extranjero a causa de las deudas no pagadas en años anteriores.