domingo, 18 de noviembre de 2007

Soldados chilenos en suelo peruano


A fines del siglo XIX los ejércitos no marchaban solos a la guerra: los acompañaban comerciantes y junto a ellos también estaban artistas, músicos, titiriteros y, en algunos casos, fotógrafos cuya misión era capturar imágenes desde el punto de vista de los militares a los que acompañaban o servían... SEGIR LEYENDO

lunes, 12 de noviembre de 2007

TRATADO DE PAZ DE ANCÓN


(Lima, 20 de Octubre de 1883) COPIA FIEL DE TEXTO ORIGINAL

La República de Chile por una parte; y de la otra, la República del Perú, deseando restablecer las relaciones de amistad entre ambos países, han determinado celebrar un tratado de paz y amistad, y al efecto han nombrado y constituido por sus plenipotenciarios a saber:

S.E. el Presidente de la República de Chile, a don Jovino Novoa; y S.E. el Presidente de la República del Perú, a don José Antonio de Lavalle, Ministros de Relaciones Exteriores, y don Mariano Castro Zaldívar; quienes, después de haberse comunicado sus plenos poderes y de haberlos hallado en buena y debida forma, han convenido en los artículos siguientes:

Artículo 1° . - Restablecense las relaciones de paz y amistad entre las Repúblicas de Chile y el Perú.

Artículo 2° . - La República del Perú cede a la República de Chile, perpetua e incondicionalmente, el territorio de la provincia litoral de Tarapacá, cuyos límites son: por el norte, la quebrada y río Camarones; por el sur, la quebrada y río del Loa; por el oriente, la República de Bolivia; y, por el poniente, el mar Pacífico.

Artículo 3° . - El territorio de las provincias de Tacna y Arica que limita, por el Norte, con el río Sama, desde su nacimiento en las cordilleras limítrofes con Bolivia hasta su desembocadura en el mar, por el Sur, con la quebrada y el río de Camarones, por el Oriente, con la República de Bolivia; y por el poniente con el mar Pacífico, continuará poseído por Chile y sujeto a la legislación y autoridades chilenas durante el término de diez años, contados desde que se ratifique el presente tratado de paz. Expirado este plazo, un plebiscito decidirá en votación popular, si el territorio de las provincias referidas queda definitivamente el dominio y soberanía de Chile o si continúa siendo parte del territorio peruano. Aquel de los países a cuyo favor queden anexadas las provincias de Tacna y Arica, pagará otros diez millones de pesos, moneda chilena de plata, o soles peruanos de igual ley y peso que aquella.

Un protocolo especial, se considerará como parte integrante del presente tratado, establecerá la forma en que el plebiscito debe tener lugar, y los términos y plazos en que haya de pagarse los diez millones por el país que quede dueño de las provincias de Tacna y Arica.

Artículo 4° . - En conformidad a lo dispuesto en el Supremo Decreto del 09 de Febrero de 1882, por el cual el Gobierno de Chile ordenó la venta de un millón de toneladas de guano; el producto líquido de esta sustancia, deducidos los gastos y demás desembolsos a que se refiere el artículo 13 de dicho decreto, se distribuirá, por partes iguales, entre el Gobierno de Chile y los acreedores del Perú, cuyos títulos de créditos aparecieran sustentados con la garantía del guano.

Terminada la venta del millón de toneladas a que se refiere el inciso anterior, el Gobierno de Chile continuará entregando a los acreedores peruanos el cincuenta por ciento del producto líquido del guano, tal como se establece en el mencionado artículo 13, hasta que se extinga la deuda o se agoten las covaderas y actual explotación.

Los productos de las covaderas o yacimientos que se descubran, en lo futuro, en los territorios cedidos, pertenecerán exclusivamente al Gobierno de Chile.

Artículo 5°. - Si se descubrieren en los territorios que quedan del dominio del Perú covaderas o yacimientos de guano, a fin de evitar que los Gobiernos de Chile y del Perú se hagan competencia en la venta de esa sustancia, se determinará, previamente, por ambos Gobiernos, de común acuerdo, la proporción y condiciones a que cada uno de ellos deba sujetarse en la enajenación de dicho abono.

Lo estipulado en el inciso precedente, regirá, asimismo, en las existencias de guano ya descubiertas que pudieran quedar en las islas de Lobos, cuando llegue el evento de entregarse esas islas al Gobierno del Perú, en conformidad a lo establecido en la cláusula novena del presente tratado.

Artículo 6° . - Los acreedores peruanos a quienes conceda el beneficio a que se refiere el artículo 4° deberán someterse, para la calificación de sus títulos y demás procedimientos, a las reglas fijadas en el supremo decreto de 9 de febrero de 1882.

Artículo 7° . - La obligación que el Gobierno de chile acepta, según el artículo 4° de entregar el cincuenta por ciento del producto líquido del guano de las covaderas en actual explotación, subsistirá, sea que esta explotación se hiciese en conformidad al contrato existente sobre la venta de un millón de toneladas, sea que ella se verifique en virtud de otro contrato o por cuenta propia del Gobierno de Chile.

Artículo 8° . - Fuera de las declaraciones consignadas en los artículos precedentes, y de las obligaciones que el Gobierno de Chile tiene espontáneamente aceptadas en el supremo decreto del 28 de marzo de 1882, que reglamentó la propiedad salitrera de Tarapacá, el expresado Gobierno de Chile no reconoce créditos de ninguna clase que afecten a los nuevos territorios que adquiere por el presente tratado, cualquiera que sea su naturaleza y procedencia.

Artículo 9° . - Las islas de Lobos continuarán administradas por el Gobierno de Chile, hasta que se dé término en las covaderas existentes, a la explotación de un millón de toneladas de guano, en conformidad a lo estipulado en los artículos 4° y 7°. Llegado a este caso se devolverán al Perú.

Artículo 10° . - El Gobierno de Chile declara que cederá al Perú desde el día en que el presente tratado, sea ratificado y canjeado constitucionalmente, el cincuenta por ciento que le corresponde en el producto del guano de las islas de Lobos.

Artículo 11° . - Mientras no se ajuste un tratado especial, las relaciones mercantiles entre ambos países subsistirán en el mismo estado en que se encontraban antes del 5 de abril de 1879.

Artículo 12° . - Las indemnizaciones que se deban por el Perú a los chilenos que hayan sufrido perjuicios con motivo de la guerra, se juzgarán por un tribunal arbitral o comisión mixta internacional, nombrada inmediatamente después de ratificado el presente tratado, en la forma establecida por convenciones recientes ajustadas entre Chile y los Gobiernos de Inglaterra, Francia e Italia.

Artículo 13° . - Los Gobiernos contratantes reconocen y aceptan la validez de todos los actos administrativos y judiciales pasados durante la ocupación del Perú, derivados de la jurisdicción marcial ejercida por el Gobierno de Chile.

Artículo 14° . - El presente tratado será ratificado y las ratificaciones canjeadas en la ciudad de Lima, cuanto antes sea posible, dentro de un término máximo de sesenta días contados desde esa fecha.



En fe de lo cual los respectivos plenipotenciarios lo han firmado por duplicado y sellado con sus sellos particulares.



Hecho en Lima, a veinte de octubre del año de nuestro Señor de mil ochocientos ochenta y tres.



(Fdo.) Jovino Novoa . - (Fdo.) A. De Lavalle -

(Fdo.) Mariano Castro Zaldívar

sábado, 3 de noviembre de 2007

TESTIMONIOS DEL SAQUEO A CHORRILLOS


Los siguientes son los testimonios de soldados peruanos y chilenos que estuvieron presentes en la batalla de San Juan. Según ellos, en el balneario de Chorrillos en Lima, Perú, ese 13 de enero de 1881, no hubo batalla alguna ya que el ejército peruano se retiró de los campos de San Juan hacia Miraflores, dejando desguarnecida las ciudades de Chorrillos y Barranco. Por tanto la destrucción, saqueo, violaciones e incendio de Chorrillos se debió a la soldadesca chilena que, festejaban lo que creían el fin de la guerra.
La lucha llegó hasta el pie del Morro Solar; ahí fueron capturados los coroneles Miguel Iglesias y Billinghurst, el resto al pie del Morro que da a los acantilados hacia la playa. Tampoco ese 13 de enero de 1881, hubo artillería peruana en la ciudad y las líneas de la artillería, baterías de costa, se encontraban en la cima del Morro Solar bajo el mando del coronel EP Arnaldo Panizo, el defensor del Morro Solar. Hubo dos intentos aislados de las tropas peruanas de atacar a los chilenos en Chorrillos, pero éstas no progresaron más allá de los límites con Barranco y la quebrada Tenderini. Los testimonios aquí reproducidos dan fe de ellos. Por tanto, no existió nunca una "batalla de Chorrillos", toda la acción bélica se desarrolló en los campos de San Juan a espaldas del morro Solar.
Carta del Presidente del Comité de damnificados italianos por la destrucción de Chorrillos al Coronel EP Belisario Suárez
Sr. Coronel D. Belisario Suárez
Pte.
Muy Señor mío.

Necesidades de la defensa de mis compatriotas damnificados por los incendios de Chorrillos y Barranco después de la batalla que tuvo lugar en las inmediaciones de esos lugares el 13 de Enero de 1881, me obligan a molestar a Ud. suplicándole que como testigo presencial de ella y Jefe del último Cuerpo del Ejército Peruano que se estacionó cerca de ambos lugares en aquella mañana se digne en absolver las preguntas siguiente:
1ª. ¿Estuvieron las tropas de su mando dentro de las calles de Chorrillos?
2ª. ¿Si no penetraron á la población en que punto se estacionaron sus fuerzas?
3ª. ¿Hasta que hora permanecieron en ese lugar?
4ª. ¿Opuso Ud. resistencia a la entrada del Ejército chileno a Chorrillos?
5ª. ¿Fue esta resistencia dentro de la ciudad?
6ª. ¿Ocasionó algún incendio?
7ª. ¿Quienes ocupaban la ciudad cuando Ud. se retiró de ella o de sus alrededores?
8ª. ¿Por qué camino se retiró Ud.?
9ª. ¿A que hora llegó Ud. al Barranco?
10ª. ¿A que hora dejó el Barranco?
11ª. ¿A quien dejó Ud. en el Barranco?
12ª. ¿Por qué camino llegaron las primeras tropas chilenas a Chorrillos?
13ª. ¿Según sus recuerdos hubo combate en el Barranco?
14ª. ¿Es cierto que las tropas de su mando fueron las últimas fuerzas organizadas del Ejército Peruano que se retiraron de Chorrillos y Barranco?
Soy de Ud. At. y S.S.
Francisco C. Molfino
Presidente del Comité de los Damnificados Italianos
(firmado)

Respuesta del Coronel Belisario Suárez al Presidente del Comité de los Danmificados Italianos por la destrucción de Chorrillos
Sr. Don Francisco Molfino
Presidente de los damnificados Italianos
P.
Muy Sr. Mío.

He recibido su estimada en la que, para la defensa de los damnificados Italianos, me pide le absuelva 14 preguntas relativas á lo que aconteció después de la Batalla que tubo lugar en las inmediaciones de Chorrillos y Barranco? El día 13 de 1881, como testigo presencial y Jefe que fui del último Cuerpo de Ejército Peruano que se estacionó en ambos lugares en aquel día; y para verificarlo, me ha de permitir Ud., que lo haga en las mismas formas en que están consignadas, en su carta que contesto
1ª. ¿Estuvieron las tropas de su mando dentro de las calles de Chorrillos?
Después que nos retiramos de S. Juan ingresamos a Chorrillos a las 9.50 a.m. más o menos con solo tres batallones que se pudieron conservar organizadas.
2ª. ¿Si no penetraron á la población en que punto se estacionaron sus fuerzas?
Sí, penetramos á la población de Chorrillos; pero habiendo llegado en esos momentos el Director de la Guerra, Don Ramón V. Machuca que lo era en Jefe del Ejto. á que yo pertenecía y que estuvo allí le advirtió la existencia de fuerzas enemigas por nuestra izquierda, mandando en seguida el primero de dos de sus Ayudantes de Campo fuera á serciorarse si era real la existencia de dichas fuerzas lo que resultó confirmado por el hecho de haber sido muerto uno de dichos Ayudantes el otro herido en aquel reconocimiento. Mientras esto sucedía después de conferenciar con el Gral. en Jefe se dirigió por el mismo camino que había traído por nuestra derecha después de lo que el Gral. en Jefe ordenó que todas las fuerzas se colocaran fuera de la Población en orden de combate en la dirección que traía el enemigo. Se cumplió dicho mandato y fueron colocadas en los primeros tapiales de los Potreros que dan frente a Surco.
3ª. ¿Hasta que hora permanecieron en ese lugar?
Hasta las 10.50 u once a.m. más o menos.
4ª. ¿Opuso Ud. resistencia a la entrada del Ejército chileno a Chorrillos?
Sí, opusimos resistencia; pero fue afuera de la población y en el lugar que dejó indicado resistencia que no pudo ser de momentos por la superioridad de las tropas enemigas, porque no contábamos ya sino con dos Batallones esquilmados en la Batalla de S. Juan por haber tenido que mandar en auxilio del Gral Iglesias uno de los tres con que contaba y porque apercibieron de que una parte de las fuerzas enemigas trataba de tomarnos el Camino que nos quedaba a retaguardia, colocándonos así entre dos fuerzas para incomunicarnos con nuestra línea de reserva, le fue preciso en vista de esto al Gral. En jefe que dirigía personalmente estos movimientos, ordenar que con todas las fuerzas de que disponíamos, nos posesionáramos del Camino indicado movimiento que se verificó, favorecido por dos guerrillas que se mandaron desplegar, la uno dando frente al enemigo y la otra asegurando nuestro flanco izquierdo. El enemigo atacó nuestras guerrillas para impedir el movimiento; pero tuvimos el tiempo suficiente para ejecutarlo en orden y desde ese momento, nos vimos obligados a combatir en retirada para no perder la única fuerza que nos quedaba dejando franco el paso al enemigo para que se apoderara de los reductos de Miraflores suponíamos en del desorden introducido por las defensas de la Batalla de Sn. Juan. Siguiendo pues este movimiento y cuando llegamos a las inmediaciones del Barranco, llegaba en ese momentos el Crl. D. Andres A. Cáceres con alguna fuerza del Ejto. Que había podido reunir. Este jefe nos aseguró que el cuidaría del flanco izquierdo y de nuestra retaguardia y con esta seguridad regresamos 12.50 m. Más o menos por el mismo camino con el fin de hostilizar al enemigo y el dificultar el que abanzara sobre los reductos ya que no era posible otra cosa. Pudimos llegar hasta las inmediaciones del Cuartel de la Escuela de Clases y de allí fuimos rechazados. El Ejto. Chileno estaba ya dueño de chorrillos sin resistencia, pues no había quedado allí ninguna fuerza que la opusiera.
Reorganizados de este rechazo que sufrimos permanecimos hostilizando al enemigo que en grupos trataba de avanzar, desde las tapias de las chacras inmediatas que nos servían de parapetos, hasta las 4 p.m. más o menos, en que habiendo recibido el Gral. En Jefe reiteradas órdenes de retirarse a Miraflores, mandó darles cumplimiento, disponiendo que marchamos al lugar.
5ª. ¿Fue esta resistencia dentro de la ciudad?
Como queda demostrado, no fue posible resistir dentro de la Población porque el diminuto número de nuestras fuerzas fatigadas apenas nos permitía impedir que el enemigo tomase el camino que nos ponía en comunicación con la línea de reserva.
6ª. ¿Ocasionó algún incendio?
No pudo ocasionarse ningún incendio porque siendo nuestra resistencia lejos de la población y no disponiendo ni siquiera de una sola de artillería es evidente que nuestros proyectiles ni llegaron a ella.
7ª. ¿Quiénes ocupaban la ciudad cuando Ud. se retiró de ella o de sus alrededores?
Ocuparon la ciudad las fuerzas chilenas más o menos de 11 a.m. a 12 m.; mientras nos retiramos para no ser cortados como queda explicado.
8ª. ¿Por qué camino se retiró Ud.?
Por el Barranco.
9ª. ¿A que hora llegó Ud. al Barranco?
A las 4.20 p.m. más o menos.
10ª. ¿A que hora dejó el Barranco?
A la misma hora anterior porque la orden que dio el Gral. en Jefe que marchaba siempre a la Cabeza de sus tropas, fue de ir a Miraflores y por consiguiente no paramos en el Barranco.
11ª. ¿A quien dejó Ud. en el Barranco?
En el Barranco no quedó ninguna fuerza.
12ª. ¿Por qué camino llegaron las primeras tropas chilenas a Chorrillos?
Las tropas chilenas que primero llegaron a Chorrillos ingresaron como queda dicho por los caminos de la izquierda de esta Población que traen en dirección a Surco, San Tadeo y San Juan.
13ª. ¿Según sus recuerdos hubo combate en el Barranco?
No hubo ninguna resistencia en el Barranco, ni pudo haberla porque hasta la hora que pasé con mis fuerzas por el 4.20 p.m. más o menos las fuerzas chilenas no habían avanzado de los alrededores de Chorrillos y me consta que no quedó en este punto ninguna fuerza, ni fue mandada posteriormente, pues el punto más avanzado al ingresar a Miraflores.


Nota: Los errores ortográficos y la sintaxis de los siguientes documentos no son errores de digitación; los documentos han sido transcritos tal y cual fueron escritos por sus respectivos autores.

DECLARATORIA DE GUERRA DE CHILE A PERÚ

Declaratoria de Guerra
Santiago, Abril 5 de 1879 - Señor Intendente: en virtud de la facultad que me confiere el número 18 del artículo 82 de la Constitución del Estado y la ley del cuatro del presente:
He acordado y decreto:
El Gobierno de Chile declara la guerra al Gobierno del Perú. El Ministro de Relaciones Exteriores comunicará a las naciones amigas esta declaración, exponiendo los justos motivos de la guerra; y el del Interior la hará llegar a noticia de los ciudadanos de la República, mandándola publicar con la solemnidad debida.
Dado en Santiago, el día 5 de Abril de 1879: -A. Pinto. -B. Prats. -Alejandro Fierro. -C. Saavedra. -J. Blest Gana. -Julio Zegers.

CARTA DE FRANCISCO BOLOGNESI A SU ESPOSA

Estos fueron los últimos momentos del Coronel E.P. Francisco Bolognesi defensor de Arica, quien consciente de la situación decidió enviar una última carta a su esposa...
Carta a María Josefa
Arica, 22 de Mayo de 1880
"... Esta será seguramente una de las últimas noticias que te lleguen de mí, porque cada día que pasa vemos que se acerca el peligro y que la amenaza de rendición o aniquilamiento por el enemigo superior a las fuerzas peruanas son latentes y determinantes. Los días y las horas pasan y las oímos como golpes de campana trágica que se esparcen sobre éste peñasco de la ciudadela militar engrandecida por un puñado de patriotas que tienen su plazo contado y su decisión de pelear sin desmayo en el combate para no defraudar al Perú. ¿Que será de ti amada esposa? Tu que me acompañaste con amor y santidad. ¿Que será de nuestros hijos, que no podré ver ni sentir en el hogar común? Dios va a decidir éste drama en el que los políticos que fugaron y los que asaltaron el poder tienen la misma responsabilidad. Unos y otros han dictado con su incapacidad la sentencia que nos aplicará el enemigo. Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio...
Coronel Francisco Bolognesi

CARTA DEL CABALLERO DE LOS MARES


Desde Pisagua, con fecha 2 de junio de 1879, Grau envió la siguiente carta a la viuda de Prat, Carmela Carvajal:

"Dignísima señora: Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a usted y siente profundamente esta carta, por las luchas que va a remontar, contribuya a aumentar el dolor que hoy justamente debe dominarla. En el combate naval del 21 próximo pasado que tuvo lugar en las aguas de Iquique entre naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso esposo, el capitán de fragata don Arturo Prat, comandante de la Esmeralda, fue, como usted no lo ignorará ya, víctima de un temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su patria. Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo el penoso y triste deber de enviarle las para usted inestimables prendas que se encontraron en su poder y que son las que figuran en la lista adjunta. Ellas le servirán, indudablemente, de algún pequeño consuelo en medio de su desgracia y por ello me he anticipado a remitírselas. Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro, señora, la oportunidad para ofrecerle mis servicios, consideraciones y respeto con que me suscribo de usted, señora, afectísimo y seguro servidor".
Miguel Grau

RESPUESTA DE UNA DAMA
Señor don Miguel Grau.
"Distinguido Señor:
Recibí su fina y estimada carta fechada a bordo del "Huáscar", en 2 de Junio del corriente año. En ella, con la hidalguía del caballero antiguo, se digna usted a acompañarme en mi dolor, deplorando sinceramente la muerte de mi esposo, y tiene la generosidad de enviarme las queridas prendas que se encontraron sobre la persona de mi Arturo, prendas para mí de un valor inestimable, por ser, o consagradas por su afecto, como los retratos de mi familia, o consagradas por su martirio, como la espada que lleva su adorado nombre.
Al proferir la palabra martirio, no crea usted, señor, que sea mi intento inculpar al jefe del "Huáscar" de la muerte de mi esposo.
Por el contrario, tengo la conciencia de que el distinguido jefe que, arrostrando el furor de innobles pasiones, sobreexcitadas por la guerra, tiene hoy el valor, cuando aún palpitan los recuerdos de Iquique, de asociarse a mi duelo y de poner muy alto el nombre y la conducta de mi esposo en esa jornada, y que tiene aún el más raro valor de desprenderse de un valioso trofeo, poniendo en mis manos una espada que ha cobrado un precio extraordinario por el hecho mismo de no haber sido rendida; un jefe semejante, un corazón tan noble, se habría, estoy cierta, interpuesto, a haberlo podido, entre el matador y su víctima, y habría ahorrado un sacrificio tan estéril para su Patria como desastroso para mi corazón.
A este propósito, no puedo menos de expresar a usted que es altamente consolador, en medio de las calamidades que origina la guerra, presenciar el grandioso despliegue de sentimientos magnánimos y luchas inmortales que hacen revivir en esta América las escenas y los hombres de la epopeya antigua.
Profundamente reconocida por la caballerosidad de su procedimiento hacia mi persona, y por las nobles palabras con que se digna honrar la memoria de mi esposo, me ofrezco muy respetuosamente de usted atenta y affma." S.S.Carmela Carvajal de Prat.