martes, 16 de octubre de 2007

EPOPEYA: La Versión de un Soldado Chileno


Quisiera comentar brevemente, el significado que tiene para el Perú, la emisión del documental chileno Epopeya, que se acaba de estrenar la semana pasada en Chile, y en la cual se intenta presentar una “nueva visión” de la guerra del pacífico, ahora vista desde la “supuesta” perspectiva de un soldado, cuyo cuerpo se encontró en Lima ciento veinte años después de la guerra.
El documental versa entorno a la supuesta lectura que le da aquel soldado chileno a la guerra del pacífico. En principio, hay que reconocer que para dicho documental se ha considerado, opiniones serias y diversas de los tres países involucrados en el conflicto Chile, Perú y Bolivia; aunque no se ha hecho un deslinde o aclare entre los comentarios vertidos por los probos profesionales y la narración del soldado desconocido, dicho de otra manera, mezclan ficción con interpretación histórica, lo cual genera especulación, respecto al mensaje subliminal que pueda guardar este documental y que ya se viene comentando en algunos círculos. Este manejo de la información -sea involuntario o con razón de causa- permite tener cierta libertad subjetiva (si cabe el término) al momento de presentar la información e interpretación de los hechos. Por ejemplo lo que llamó mi atención, es el hecho que, chile insiste en fijar como causa desencadenante del conflicto la confabulación diplomática entre dos países, que se unieron en contra de la soberanía e intereses chilenos, esto en el discurso del soldado. Mientras que, los Historiadores invitados de los tres países, han coincidido en indicar como causa principal, el tema económico, es decir, el problema salitrero y los intereses de los diferentes consorcios que manejan el mercado salitrero a nivel mundial. Estos contrastes lo vamos a observar en algunos pasajes del documental que terminan por confundir al receptor de la información. Además, se presenta una visión muy reducida, casi miope de lo que fue el combate de Iquique, si bien es cierto, se ensalza la imagen humanista y caballeresca de Grau además del heroísmo de Prat, no se tomó en consideración la otra faceta del combate, la que protagonizaban en ese mismo momento la Independencia y la Covadonga, me refiero, al naufragio de nuestra mejor embarcación “la Independencia” y el acto cobarde de los soldados Chilenos de ultimar a tiros desde la borda del buque de madera a los marinos peruanos náufragos, .
En fin, no quiero extenderme en mi comentario, simplemente quisiera fijar mi posición respecto a lo que debería hacer el Perú; en principio seamos concientes que históricamente hemos tenido a los diplomáticos menos exitosos de la historia americana y me atrevería a decir mundial, y actualmente estamos revisando la delimitación marítima con Chile, al cual, si nos ceñimos a la historia no se auguran buenos resultados. Por otro lado, debemos estar alertas, Chile ya lanzó el mensaje a través del documental: ¡por problemas diplomáticos comenzó la guerra del 79’!, esto debe tener respuesta inmediata, ¡no diplomática por favor!.... A algún disparatado nacionalista se le podría ocurrir “Guerra a Chile”, nada más alejado de la realidad. La respuesta debe darse a través de la misma vía, un documental serio, basado en hechos históricos contrastados y lo más importante, que tome como fuente directa a historiadores de los tres países involucrados quienes libremente fijen su posición y al final hallar consenso en busca de la objetividad histórica. Debemos olvidar resentimientos pasado, y analizar la historia como realmente es: la herramienta que nos permite aproximarnos a la realidad, para poder entender verdaderamente nuestro pasado, comprender nuestro presente y proyectarnos sin temor al futuro que hasta ahora nos es incierto.
Entender además, de una vez por todas, que perdimos la guerra por problemas que aún nos siguen aquejando, regionalismos, fragmentación, incapacidad programática de nuestros políticos, incapacidad política de cohesión social, marginación de clases populares ..… etc. Y no seguir culpando a Chile de nuestra merecida derrota. Llegó el momento de mirar a Chile como nuestro rival sí, pero competitivamente hacerle frente e intentar superarlo en todas las áreas, culturales, sociales, políticas, económicas..etc esa debería ser nuestra venganza, proyección o prestando el término de Flores Galindo, almenos nuestra utopía. Superar a Chile no es complicado compatriotas y lo mejor es que nosotros sí tenemos con qué hacerlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Alexander:

Es verdad que la historiografía chilena pone más el acento en el aspecto diplomático como causa de la guerra, pero tampoco niega el tema económico. Últimamente, de hecho, se ha tratado bastante. Esto lo puedes corroborar en obras diversas chilenas, que si quieres te puedo recomendar.

Personalmente, creo que las causas de la guerra son múltiples: económicas, diplomáticas; incluso de política interna.

Yo no tengo problema en reconocer el tema económico, pero no como el único factor. Las cosas son más complejas y no se pueden reducir a un solo elemento.

Y tampoco creo que ese aspecto sólo afecte a Chile. Los tres países tenían intereses económicos en la zona en que se inicia el conflicto. Esto no es difícil de probar. Por lo tanto, la causalidad económica es aplicable a todas las partes.

Por otra parte, obviamente, hay que distinguir las causas mediatas (entre las que se encuentran las económicas y diplomáticas; en este último aspecto entre Chile y Bolivia) e inmediatas (también de ambas categorías, aunque principalmente diplomáticas).

No puedes negar que la causa “inmediata-inmediata”, la que desencadena la guerra propiamente tal, es netamente diplomática: Daza no estuvo dispuesto a transar un milímetro, se mantuvo firme en su decisión de incumplir el Tratado de 1874. Chile ocupó Antofagasta a raíz de dicho incumplimiento, porque del no cumplimiento de una condición esencial, el tratado volvió a fojas cero. Además, si bien dicha ocupación fue un acto de fuerza (esto es obvio), fue una medida para negociar el problema diplomático generado por Daza. Chile así lo hizo en Bolivia.

Y, en segundo lugar, tampoco puedes negar que la entrada de Perú a la guerra se debió, en lo inmediato, a una causa diplomática: al compromiso de ayuda mutua que tenía con Bolivia, compromiso secreto, firmado un año antes del tratado de Chile con Bolivia del 74. Y compromiso al cual, sobre todo Perú, trató de incorporar a Argentina. Esto está documentado (Argentina no entró por temor a Brasil y porque creyó negociar la Patagonia por la vía pacífica, sobre todo si Chile estaba en guerra con terceros estados).

Entonces, así como podemos hablar del tema económico como causa mediata, cuestión que no niego, junto con otros factores diplomáticos (igualmente mediatos), también hablemos del inicio mismo de la guerra, de sus causas mediatas, que sí son eminentemente diplomáticas.

Probablemente, muy probablemente, Chile no habría ocupado Antofagasta si hubiera sabido de la alianza militar entre Perú y Bolivia. Tanto Chile confiaba en la neutralidad del Perú que, incluso, creyó contar con su mediación para solucionar el diferendo. Mediación que, comos sabes, se tornó imposible a raíz de la revelación del tratado secreto. Revelación tácita de Lavalle en Chile y explícita de Prado en Perú. En ambos casos frente a gestiones DIPLOMÁTICAS de Chile ante el Perú. Gestiones que, reiteró, buscaban la mediación del Perú.

Saludos cordiales.
P.D.: He abierto un blog sobre la guerra que, poco a poco, iré completando. Te invito a participar con respeto como espero yo haberlo hecho ahora. No me interesa discutir en términos chauvinistas, sino históricos. Con nuestras visiones, pero con respeto. Por lo demás, yo admiro la cultura peruana. Mal puedo ver con malos ojos a los peruanos. Muy por el contrario, diría que los admiro en muchos aspectos.

azuloscuro dijo...

Estimado Alexander

Muy interesante tu Blog , pero tiendes a caer en un error no se si voluntario o involuntario en el que siempre caen los Peruanos
Este se seria la acción de los tripulantes de la Covadonga en el Combate de Punta Gruesa , Si tu revisaras la la lista de muertos de la Independencia te darás cuenta de que solo son seis las personas muertas y estas corresponden al encallar la nave e incluso dos de estos se ahogaron al tratar de alcanzar la orilla a nado ya que esta estaba relativamente a pocos metros de donde sucumbió la Independencia , como ves esto dicta mucho de haber tirado a los patos a naufrago ya que ahí si que deberíamos haber lamentado muchas perdidas , de que si disparo y cañoneo a la nave en si , eso es correcto es el procedimiento normal en esos casos y principalmente a a los sirvientes de los cañones de la nave Peruana .
Como dije interesantisima tu blog , felicitaciones ..
Saludos un Chileno Amigo ..

ricardo arana dijo...

Esa producción de nombre epopeya, mal llamada documental, es una parodia a lo mucho de un programa típico en el viejo mundo de debate general donde se cita a un montón de gente y cada cual da su opinión por muy patriotera que sea, y como tiene bandera chilena naturalmente se ve su inclinación.

El diario del chileno no poseía información sobre los movimientos de combate y menos sobre las acciones y frases celebres de los participantes de ellas. Por lo que para un observador imparcial desde la primera escena ya uno se da cuenta por donde la la historia(o fabula en este caso). Ademas de que las escenas, fidelidad histórica, situaciones y hasta el terreno no coincide en absoluto con los requerimientos mínimos de un documental serio.

En resumen. Fue una muy cómica producción sobre la versión chilena de la guerra del pacifico. LLena de patrioterismo barato y chovinismo al que nos tienen acostumbrados.
Documental ni en sueños!!